El personaje central tiene nombre y apellido y acta de registro, esto lo pude comprobar en el libro de don Pablo L. Martínez: José Lino de Jesús Manríquez Martínez nació el 3 de noviembre de 1855, hijo legítimo de José Manríquez y María Esperanza Martínez, fue bautizado el 1 de diciembre del mismo año por el padre Anastacio López en el templo de San Antonio del pueblo del Real de Minas de San Antonio en la Baja California Sur. El siglo XIX fue una época nada favorable para la península de Baja California pues, dada su lejanía al centro de poder en la ciudad de México, aunado a la escasa población que la habitaba, la hacía una zona de codicia, piratas chilenos, peruanos, ingleses, franceses y norteamericanos trataron de invadir las pocas ciudades peninsulares para luego apoderarse del territorio, fue el caso del Filibustero John Napoleón Zerman quién invadió el puerto de La Paz en sus naves "Archibald Grace" y "Rebecca Adams". José Miguel Manríquez participó activamente en la defensa de la ciudad, peleó al lado del General Manuel Márquez de León, los filibusteros fueron remitidos para juicio en Mazatlán y una relativa calma se vivió en la península. Debido a su participación es nombrado Jefe de la Policía Montada en el Real de San Antonio, así que pudo regresar al lado de su familia, era ya el año de 1858.
"Corría el año de 1861, cuando don José Miguel fue enviado por la superioridad a vigilar, al frente de un pelotón de caballería, el transcurso ordenado de un evento social de caracteres inusitados: el matrimonio civil y eclesiástico del comerciante Miguel González Rodríguez y la señorita Soledad Ruffo Santacruz, acto relevante que apadrinaba el recién nombrado gobernador juarista don Teodoro Riveroll. El evento tuvo lugar en El Novillo, propiedad de don Tomás Balarezo y eran testigos Márquez de León y el ex gobernador don Jerónimo Amador. Don Miguel, el novio, a quién José Miguel, padre de lino; había proporcionado valiosos servicios invitó a la familia Manríquez Martínez que, en una modesta carreta, vinieron desde San Antonio a la ceremonia civil. Fue en el rancho de El Novillo donde el pequeño José Lino de Jesús atrajo la atención del profesor Victor Pineda de la Cruz y de su novia, la también maestra Refugio Contreras, hablaron con el padre, de tal forma que meses depués José Lino de Jesús fue admitido como alumno regular en el Liceo Parroquial, quedando a cargo de don Pedro Contreras y doña Perseverancia Espinoza, padres de la señorita Contreras, maestra de música del nuevo alumno".
Asentados ahora en La Paz, Lino y su familia viven en prosperidad hasta que en 1866 Baja California Sur, al igual que todo México se ve involucrado en los continuos enfrentamientos entre conservadores y liberales, gobernaba entonces don Antonio Pedrín, el 6 de abril un nuevo ataque filibustero, esta vez en Cabo San Lucas se presenta, se logró capturar al buque norteamericano "John L. Stephens" y, a mediados de ese año es derrocado el gobernador Pedrín por uno de los más sanguinarios personajes que han gobernado esta parte de México: Pedro María Navarrete. Los enfrentamientos se daban ahora entre bandos nacionales, el Coronel Clodomiro Cota, comandante en el Distrito Sur, pide ayuda al general Márquez de León que se encontraba en el centro del país quién llega con la intención de quitar del poder a Navarrete, provocándose con ello un enfrentamiento que condujo a la captura de varios liberales, entre ellos el padre de nuestro personaje, José Miguel Manríquez.
"El 11 de noviembre de 1866, don José Miguel fue confinado a la estrecha e insalubre celda de castigo, puesto al cuidado del cabo Crispín Sández, jefe del Resguardo del penal y uno de los más abyectos seguidores del imperialista Navarrete. El pequeño Lino de Jesús, enviado por su madre a llevarle alimentos a don José Miguel, acudió al medio día y fue testigo de cómo, con crueldad inaudita, Sández ordenó sacar de la celda a don José Miguel, para disponer en presencia del niño fuese azotado hasta sangrar y quedar desmayado de dolor".
"Tan horrible espectáculo hizo al niño acudir al cabo Sández para implorar piedad para su padre flagelado. En respuesta y como uno más de sus alardes sanguinarios, Sández expresó: ?Para qué quieres piedad para tu padre?, es un bandido malechor y esta tarde, a las cuatro en punto, será pasado por las armas en el paredón de La Ciénaga.
Abatido por el dolor, José Lino de Jesús vio cómo el malherido cuerpo de su padre era llevado de nuevo a la celda insalubre de castigo. Regresó a su casa para avisarle a su madre y se dispuso a lo que senalaría su ingreso a las páginas de la historia. Partió hacia el lugar indicado para la ejecución y una vez de nuevo ante el cabo Sández, propuso un insólito trato: ?Me da su palabra de hombre y de soldado de respetar la vida de mi padre si yo me ofrezco para que me fusilen a mi?
El trato fue contestado por el iracundo navarrista con un leve movimiento de su rostro inmutable. Y sin que dijera una sola palabra más, José Lino, de escasos once años, fue lanzado con una reata y arrastrado por entre los matorrales a la ciénaga y los choyales del área. Para dar muestras de mayor sadismo, Sández hizo conducir a presenciar el holocausto del niño, a todos los prisioneros, incluyendo al padre de la inocente víctima. Para corolario del despreciable asesinato, don José Miguel fue obligado a cabar la improvisada fosa donde fue depositado el frágil cuerpo del niño héroe, para ser después cubierto de piedras y tierra. Atardecía el 11 de noviembre de 1866
El lugar exacto del sepulcro se encuentra señalado a escasos metros de donde el fervor popular, aunado al tiempo, elevaría una modesta capilla para perpetuar el acto sublime de amor filial. Desde entonces miles de peregrinos acudieron domingo a domingo a depositar ofrendas florales, encender cirios y ofrendar figuras de oro y plata en pago de fervorosas promesas de los fieles que hubieron de adjudicarle infinidad de milagros. La tradición popular le llama desde entonces La Animita del Camino Real". (1)
Se dice que el lugar exacto se ubica en la acera norte de la calle 5 de Febrero, entre la Carretera a las Garzas y la calle Félix Ortega Aguilar.. Fuente:
1.- La Animita del Camino Real. Recopilación de entrevistas en La Paz, El Triunfo y San Antonio, BCS, hechas por desconocido autor. Edición del desaparecido FONAPAS, en La Paz, BCS. 1979.
La Paz, Baja California Sur.- La historia
de La Animita del Camino Real jamás será olvidada. Luego de que la tradicional
capilla que conmemora el heroico sacrificio del niño José Lino de Jesús
Manríquez Martínez para salvar la vida de su padre quedara olvidada entre el
mito urbano, los comercios y el desinterés, la Fundación Trasviña, presidida por
la profesora Blanca Rosa Trasviña Aguilar, se ha dispuesto a rescatarla,
logrando ya resultados que son, más que visibles, palpables.
Este sábado 25 de mayo niños y jóvenes iniciaron
murales alrededor de la capilla, dibujos seleccionados tras un concurso, y las
bardas ya se ven llenas de color.
Actualmente sólo resta la construcción de una
banqueta frontal y la construcción de un teatro al aire libre justo detrás de la
capilla, el cual llevará por nombre Unidad Cultural La Animita.
Esta leyenda sudcaliforniana data del siglo XIX,
a finales de la Segunda Intervención Francesa. José Lino de Jesús Manríquez
Martínez era hijo del sargento José Miguel Manríquez, del pelotón del general
Manuel Márquez de León. A mediados de 1866 el gobernador Antonio Pedrín fue
derrocado por el general Pedro María Navarrete, representante de Francia en la
media península, quien mandó fusilar capitanes, sargentos y soldados rasos
liberales, entre ellos don José Miguel Manríquez. Se dice que el día del
fusilamiento de su padre el pequeño José Lino, de apenas once años de edad,
pidió recibir la pena de muerte en lugar de su padre, petición que le fue
concedida, no sin antes torturarlo arrastrándolo por la ciénaga. Al sargento
Manríquez se le ordenó enterrar el cuerpo de su hijo, y lo hizo donde hoy se
erige La Animita del Camino Real.
CASA DEL ARTESANO SUDCALIFORNIANO
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
Casa Parra, el arte popular mexicano
resalta por su calidad gracias al trabajo de sus artesanos cuyas manos
crean sueños mediante la naturaleza y genialidad de sus piezas donde se
encuentran las técnicas y costumbres de cada una de las diversas
culturas. Casa Parra ayuda a difundir el conocimiento del artesano quien
da vida a cada pieza.
CASA PARRA
Owner description Is a showroom in
Baja with a Mexican atmosphere, here you’ll find artcrafts created by
great masters of the folk arts, our selection involves handmade pieces
with symbolism of the Mexican culture. The majority of the collection is
made using traditional techniques and some of them even dyed with
natural colors. Besides we have paintings by artist of the rest of the
world.Everything in here could be an authentic gift, utility or
decoration objects.
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
CASA DEL ARTESANO SUDCALIFORNIANO
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CASA DEL ARTESANO SUDCALIFORNIANO
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CASA DEL ARTESANO SUDCALIFORNIANO
ARTESANIAS LITICAS DE SUDCALIFORNIA
ARTESANO CASIMIRO GARDEA OROZCO
La cultura de los
pueblos que habitaron la península siempre ha causado un gran interés
para los antropólogos y arqueólogos, también ha despertado el interés de
la sociedad que busca conocer y comprender el cómo vivían y concebían
su espacio geográfico.
Gracias a los escritos de los misioneros
Jesuitas y Dominicos principalmente, nos ha llegado información acerca
de su modo de vestir, alimentación y algunas de sus costumbres, aunque
hay que señalar siempre con el sesgo característico de una cultura
totalmente diferente. Fue en los últimos dos siglos (1800-2000)
principalmente, cuando los investigaciones y reflexiones acerca de las
culturas indígenas que habitaron la península dieron como resultado un
mayor interés de la población por conocer y comprender de una manera más
objetiva, estas culturas que lograron con el paso de los siglos
adaptarse a un medio hostil.
Esta fascinación despertada ante el
hallazgo de algunas puntas de flecha en 1977 en sus paseos por las
cercanías de la ciudad de La Paz, especialmente durante sus caminatas
por la playa El Conchalito, hace ya más de 35 años motivo en Casimiro
Gardea Orozco, nacido en la Cd. de Chihuahua, Chih. Y avecindado en esta
ciudad desde 1975, siendo sobreviviente del Ciclón Liza en 1976, por
esta causa estando el internado en La ciudad de Los Niños y Niñas de La
Paz y siendo aprendiz de Diseñador Gráfico en la imprenta, adquirió la
costumbre de salir desde temprano los domingos a caminar por la playa . .
. durante estos paseos fue que encontró sus dos primeras puntas de
flecha completas de un tamaño aproximado a 4 pulgadas de largo en
perfecto estado, siendo que él no conocía este tipo de herramientas,
únicamente en el museo y en los libros, dichas puntas se las mostro a
una de las personas encargadas del internado que en unos de sus viajes a
Italia las llevo quedando estas en las manos de una persona que
trabajaba en uno de los museos de aquel país, de las cuales no volvió a
saber de ellas, a cambio esta persona a su regreso le obsequio un
cuchillo tallado de marfil que trajo de áfrica, a partir de ese entonces
nació en el la costumbre de cada vez que salía a caminar… buscar y
coleccionar piezas líticas, encontrando casi en su totalidad piezas
fraccionadas o quebradas y esporádicamente piezas completas, su
perseverancia le llevo a juntar más de 40 piezas completas en perfecto
estado las cuales dono en el 2012 al Museo de Antropología e Historia de
Baja California Sur para su exposición junto con un molar de camello
prehistórico que encontró frente al antiguo hotel Gran Baja.
Su labor creativa no concluyo con la
entrega de esta colección, sino que al darse cuenta de que la mayoría de
las puntas de lanza y flecha que se encontraba estaban partidas o
quebradas tal vez por el uso que se les dio al ser arrojadas contra sus
presas o a la hora de estar haciendo su percutido se le quebró al autor
original de las mismas y en base a artículos publicados en libros por
investigadores decidió realizar con la técnica de percutido algunas
puntas de flecha que después de muchos intentos logro sus primeras
replicas (por mencionarlas así pero en su caso son originales, por lo
regular ninguna pieza es igual a la otra) durante varios años estuvo
guardando estas piezas, no quedando satisfecho con esto empezó a
fabricar también hachas, después le nació la inquietud de hacerlas de
una manera más completa y comenzó a confeccionar arcos con sus flechas
haciendo los amarres con cordel de pesca, pero esto tampoco le
satisfacía y comenzó a investigar el tipo de amarres que los indios
californios usaban, leyendo el algún libro que ellos hacían lasillos
machando las raíz del cardón, choya, ocotillos y magueyes silvestres,
tratando de simular esta técnica intento buscar la manera de hacer algo
similar a los hallazgos en las excavaciones, incluso uso hoja de palma
pero no le parecía bien, hasta que en una charla en internet con un
coleccionista argentino este le dijo que en algunas culturas utilizaban
la fibra de la hoja del plátano para vendar las heridas y en algunos
caso los hilos de las hojas para hacer suturas craneales, que lo
intentara de esta manera, así lo hizo logrando lasillos muy parecidos a
los utilizados por los antiguos californios, confirmándolo después
cuando se le permitió la entrada al laboratorio del Museo de
Antropología e Historia de Baja California Sur para observar los
lasillos que ahí conservaban de un faldellín pericué hecho con
nudillos de carrizo de más de 700 años de antigüedad en cual se le
solicito les elaborara con esta técnica para colocar en un maniquí de
una mujer pericué junto con un pectoral de concha de madreperla para su compañero.
Ya logrado este paso comenzó confeccionar
arcos completos con su flechas haciendo sus amarres con esta fibra de
plátano poniendo mango a las hachas haciendo los amarres con esta fibra,
logrando de esta manera piezas que envidiaría cualquier coleccionista
de armas antiguas y así consiguió hacer su primera pequeña exposición
durante el mes de mayo al mes de agosto de 2013 en Centro de Artes
Tradiciones y Culturas Populares de Baja California sur.
Casimiro Gardea Orozco presento esta serie
de objetos con la finalidad de que las personas obtengan una imagen de
cómo eran utilizados y la importancia que tenían para las culturas de
los indígenas californios dedicados principalmente a la caza y
recolección de frutos y semillas. Además esta piezas son concebidas por
el autor como una artesanía diferente tal vez, pero no menos
importante al ser hechos con enorme destreza y habilidad..
Reconocemos la constante labor de este
artesano que nos ofrece una interesante visión de la cultura de los
antiguos californios, esperando que hayan disfrutado de esta muestra del
talento y creativad de este Sudcaliforniano por adopción.
EXPOSICION ARTE LITICO
DE SUDCALIFORNIA
CENTRO DE ARTES POPULARES
DE BAJA CALIFORNIA SUR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
REPLICA DE FALDILLIN PERICUE
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
CASIMIRO GARDEA OROZCO
EN LAS OFICINAS DE CANAL 8
PARA UNA ENTREVISTA
EN EL PROGRAMA CON SENTIDO
EN LAS OFICINAS DE CANAL 8
PARA UNA ENTREVISTA
EN EL PROGRAMA CON SENTIDO
Hoy sus piezas están a la venta en:
La Casa del Artesano Sudcaliforniano
Parque Cuauhtémoc Bravo y Mutualismo Frente al Malecón
La Casa del Artesano Sudcaliforniano
Parque Cuauhtémoc Bravo y Mutualismo Frente al Malecón
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
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